Descontaminación del VFU y certificado de destrucción

Los vehículos fuera de uso (VFU) son aquellos que han alcanzado el final de su ciclo de vida y ya no son aptos para circular. Sin embargo, más allá de la obsolescencia, estos vehículos pueden representar una fuente de contaminación debido a la presencia de sustancias peligrosas como aceites, líquidos hidráulicos y refrigerantes, baterías de plomo, neumáticos y metales pesados.

La descontaminación desempeña un papel crucial en el proceso de reciclaje de los vehículos fuera de uso, ya que permite la extracción y el reciclaje de los componentes contaminantes, evitando así posibles daños al medio ambiente.

Una vez descontaminado, el vehículo se somete a la prensa y la trituración para obtener metal reciclado, que a su vez se utiliza en la fabricación de nuevos productos. Este enfoque contribuye significativamente a la reducción de la demanda de recursos naturales y a la disminución de la huella de carbono.

Cuál es el proceso?

Para garantizar una gestión medioambiental adecuada de los VFU (Vehículos Fuera de Uso), es esencial realizar su descontaminación y reciclaje en instalaciones autorizadas. Estas instalaciones aseguran el tratamiento adecuado de los residuos peligrosos y la recuperación de materiales valiosos. Además, al finalizar el proceso, se debe obtener el certificado de destrucción, que acredita la eliminación adecuada del vehículo y su baja definitiva en el Registro de Vehículos de la Dirección General de Tráfico (DGT).

La descontaminación es un paso fundamental en el reciclaje de los VFU, ya que estos vehículos contienen numerosos elementos que pueden causar daños al medio ambiente si no se gestionan de manera adecuada.

Una vez completada la descontaminación, el vehículo alcanza su estado «end-of-life» y se dirige a la prensa de achatarramiento. Allí, se comprime en un bloque de metal compacto, reduciendo su volumen hasta en un 80%. Esto facilita su transporte y almacenamiento eficiente. Posteriormente, el metal se envía a una trituradora, donde se reduce a pequeñas piezas antes de ser fundido y reciclado en nuevos componentes de metal.